Pero sí que me quiero detener en las Navidades...ya que, para mí, han sido perfectas. El día de Navidad comenzamos la mañana corriendo durante 50 minutos...siempre hemos tenido en mente las carreras de montaña y esa mañana nos fuímos a correr al monte, ufff!!!no sabía yo que se iba a notar tanto las subidas...tengo que entrenar más por cuestas!!! Después de esto tocaba comida familiar y descanso. El día 31 de diciembre subí con el club a La Selva, dura subida pero más dura si encima hace aire en contra, jejeje, y, por la tarde, para descansar mi San Silvestre corriendo por el pueblo, día completito y perfecto! Pero si hay algo que me gustó fue...la decisión que tomamos el día 1 de enero, decidimos madrugar e irnos a Jeréz del Marquesado para inspeccionar el terreno, era una espinita que teníamos clavada puesto que en el puente no fuímos por problemas físicos míos. Así que nos fuímos con la idea de que no ibamos a arriesgar (yo no llevaba crampones). Pero como el mundo es un pañuelo, nos encontramos con Dios, en aquel momento, Ginés (un montañero gran conocedor de la ruta y que nos la había recomendado) así que nos fuímos con él. La idea era nos ibamos pero en cuánto él dijera que estaba helada nos dabamos la media vuelta...y cha-cha-chá...la nieve estaba perfecta y nuestro sueño se hizo realidad: llegamos al Picón- Juntillas-Cerro Pelao. Fue un día perfecto, con una compañía perfecta...no podemos pedir nada mejor.
Como prueba...unas imágenes:
